viernes, 24 de agosto de 2012

Cambios y emociones

La experiencia de ser cuidador implica hacer cambios en el estilo de vida y reorganizar la vida laboral y social, lo que puede llevar, a los cuidadores, al aislamiento, ya que la mayor parte del tiempo se dedica principal o exclusivamente a cuidar al familiar enfermo. Además, el cuidador debe distribuir los recursos personales y los económicos y afrontar las sobrecargas que se producen. Finalmente, está expuesto a fuertes emociones y sentimientos encontrados, especialmente cuando se contraponen el deseo de cuidar a su familiar y  a sí mismo. 
Estas personas  que asumen los cuidados pero no cuentan con la orientación requerida para cumplir con este rol, requieren de algún sistema de apoyo que les permita contar con las habilidades necesarias para el mantenimiento de un cuidado seguro y libre de riesgo.
Por este motivo el  Hospital Universitario Virgen de las Nieves en su plan de atención y apoyo a cuidadores  de pacientes dependientes en el hospital ha puesto en marcha  talleres coordinados por las enfermeras gestoras de casos hospitalarias (EGCH) para personas cuidadoras. Esta iniciativa se inicia, en una primera fase, con las cuidadoras  de  población  adulta para posteriormente continuarlos también con las cuidadoras de población pediátrica.
Análisis recientes como los publicados por Delicado y cols, 2011, ponen de manifiesto que las cuidadoras realizan interminables jornadas, cuidan durante periodos muy largos y cuidan, la mayoría en soledad. Perciben falta de apoyo social y profesional y escaso reconocimiento social por su labor.
Los rasgos que según estos autores pueden identificarse en la vida de muchas cuidadoras principales de personas dependientes son los siguientes:
·        La falta de autonomía, para tomar la decisión de cuidar, para mantener otras actividades laborales o de ocio.
·        Subordinación, por percibir una falta de control sobre sus vidas, todo está subordinado a la atención de la persona  cuidada.
·        Escaso poder de decisión, raras veces estas decisiones las toman la persona cuidadora.
·         Falta de valoración de su trabajo.
·        Limitación en sus posibilidades de participación social, política y laboral.
·        Disminución de recursos para ella y su familia.
·        Se reproducen roles tradicionales, lo que contribuye a perpetuar valores de desigualdad.
·        La capacidad de decisión de las personas cuidadoras principales se ve menormente mermada, no controlan su vida y sienten que no tienen libertad. Tienen una limitación importantísima y está es mayor si la cuidadora es mujer, pues con más frecuencia esta tarea es llevada en soledad, sin sustitución por otros y sin reconocimiento social.
·        Deterioro de la condición de las mujeres y sus familias, contribuye al empobrecimiento, agrava desigualdades, complica la vida familiar, limita el disfrute de la vida o la hace inadecuada, supone una doble o triple jornada de trabajo, empobrece las relaciones humanas, limita el tiempo de autocuidados y de ocio, en definitiva merma la calidad de vida y satisfacción vital.
·        Repercusión desfavorablemente en la posición social de las cuidadoras, puesto que resta oportunidades vitales para el acceso al empleo, la promoción laboral, contribuye a la exclusión social, limita la libertad individual y la capacidad de decisiones.
El ingreso en un hospital, conlleva una situación de miedo y ansiedad añadida a la que debe  enfrentarse no solo el paciente sino también aquellos familiares que a partir de ese momento se convierten en cuidadores del mismo o deben continuar con su labor.
Consciente de la situación que experimente o podrá experimentar la cuidadoras identificadas en nuestro hospital ponemos en marcha  estos TALLERES DIRIGIDOS A PERSONAS CUIDADORAS DE  PACIENTES  DEPENDIENTES DURANTE EL PERIODO DE HOSPITALIZACIÓN.
Con ellos hemos pretendido conseguir:
          Aumentar la formación y habilidades para la prestación de los cuidados a la persona dependiente
          Potenciar su autocuidado proporcionando estrategias de afrontamiento que refuercen su autoestima y mejoren su calidad de vida.
          Facilitar un espacio en el que puedan expresar sus vivencias, valorar su función y atender a sus propias necesidades como cuidadores.
          Informar de los recursos sociosanitarios disponibles en nuestra Sistema de  salud y de la  accesibilidad  a los mismos.
Consta de tres sesiones de  hora y media de duración en las que se abordan tanto contenidos teóricos, como demandas específicas de cada grupo de personas cuidadoras y ejercicios de relajación, tuteladas por un grupo multiprofesional al que pretendemos incorporar la figura que hemos identificado como CUIDAORES “TESTIMONIO POSITIVO ,  cuidadoras que ya han pasado por esta experiencia y que ahora identificamos con el conocimiento de lo que es la Escuela de Pacientes como la formación de igual a igual.
Al finalizar el taller se realiza encuesta de satisfacción, entrega documentación en formato papel y digital con el contenido de los mismos y diploma acreditativo de la asistencia.

 El nivel de satisfacción global de los talleres en las ediciones realizadas durante 2010 y 2011 son los siguientes:
2010: 1ª edición 96%, 2ª edición 100% (solo se realizaron dos talleres)
2011: 1ª edición. 100%, 2ª edic.98%, 3ª edición. 96%  4ª edición. 96%. 5ª edición 95,6%
También nos atrevimos con las cuidadoras de cuidados paliativos en 2011 y obtuvimos iguales resultados.
Aún no podemos ofrecer resultados concluyentes del 2012 en los que se han incluido las cuidadoras de la población pediátrica pero por ahora su agradecimiento es nuestro mejor resultado y su mejor regalo.
Con la realización de los talleres  se pretende aumentar  el conocimiento, motivación y  habilidades que le ayuden a desarrollar, de forma eficaz y segura su papel de cuidador y así  mejorar la calidad de vida, fomentando sus recursos personales haciéndolas conscientes de sus propias necesidades mediante  un espacio de autoayuda para potenciar su autocuidados en el proceso de cuidar reforzando su autoestima y  a atender a sus propias expectativas y necesidades como cuidadores.
 La evaluación positiva en los diferentes talleres pone de manifiesto la necesidad de los cuidadores de contar con espacios que les oriente y capacite en el desempeño de su  rol cuidador y la satisfacción de los cuidadores ante  la posibilidad de la realización de estos talleres durante el periodo de hospitalización.
Concepción Vellido González
Hospital Universitario Virgen de las Nieves